sábado, 15 de junio de 2024

Un Gabinete paritario, técnico y político debe prevalecer en el próximo gobierno que encabezará Claudia Sheinbaum como Presidenta de México.

 


Para un amplio número de especialistas, un gabinete paritario no solamente tiene que proyectar igualdad, equidad, equilibro de participación política de las mujeres y hombres, adoptando políticas y acciones que permita acabar con las injusticias, la desigualdad, la violencia, la discriminación, las desapariciones, los feminicidios, que afecta a la mitad de la población. Y lo mismo, se debe exigir en el caso de los hombres. 

Para instaurar un verdadero gabinete paritario, se necesita más que la representación del 50-50, se requiere la inclusión técnica y política de las mujeres a todos los cargos públicos, y se subraya, a todos los encargos, desde la menor jerarquía, hasta la mayor. Para lograr un cambio estructural que rompa las desigualdades laborales y salariales y para incorporar la perspectiva de género en todos los ámbitos del gobierno, en indispensable que el trato hacia las mujeres y los hombres sea verdadero y no tratar de sacar raja política ni económica entre uno u otro. 

México ha avanzado, ha crecido, se ha fortalecido y cuenta con mujeres y hombres capaces de responder a sus funciones y actividades en conformidad al encargo que se le brinde, tener muy presente que los puestos de trabajo no tienen género, ayudaría a que todas y todos brindarían un desempeño de excelencia en sus encargos. Que nadie ingrese a los encargos por las puertas de atrás, al contrario que su ingreso sea en conformidad a la capacidad, sensibilidad, experiencia, valores, profesionalismo y honestidad, y no tanto al influyentismo, nepotismo, compadrazgo, amiguismo o conveniencia, esos tiempos ya no corresponden a la 4T.  

El Gabinete de Claudia Sheinbaum, debe estar conformado por profesionistas, gente de experiencia, innovadores, creativos, vanguardistas con visón humanista y sensibles. Que sean capaces de responder a los grandes retos de una nación que avanza con paso firme y contundentes que se transforma para beneficiar a su población y desarrollar todos los ámbitos de la vida política, social y económica. 

El Sector público requiere de gente preparada, para atender a la población de manera eficiente y responda a los retos que emana de su responsabilidad laboral, profesional y técnico. 

Levantar y hacer caminar al elefante reumático, no se logra con personas que no disponen de elementos básicos para mover la estructura organizacional de la administración pública.  

Ya nunca más, debe permitirse que mujeres y hombres arriben a cargos públicos a improvisar y no cuenten con la capacidad necesaria a responder a sus encargos, no se puede perder más tiempo en tratar de capacitarlos en el transcurso de un sexenio, es indispensable, que el recurso humano que requiere el gobierno y conforme un gabinete y toda la estructura del sector público disponga de servidores públicos a la altura de su responsabilidad funcional y laboral. 

Actualmente, prevalece la astucia política antes de experiencia técnica, cuando lo técnico y lo político deben ser un binomio perfecto, donde ambos deben ser prioritarios. 

De acuerdo con diferentes espacios informativos, el gabinete de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, estará compuesto por una mezcla de caras nuevas y rostros conocidos cuando se anuncie la próxima semana, buscando continuar el proyecto de su predecesor y, al mismo tiempo, estampar su sello propio. La continuidad así lo exige, el cambio de estafeta debe realizarse milimétricamente, que permita que esa entrega de poder se realice perfectamente. 

Sheinbaum, se encuentra en un dilema, que habrá de resolver de manera inmediata, por una parte, debe cumplir su promesa de continuar con las políticas de su mentor López Obrador en materia de “soberanía energética” del país “rescatando financiera y operativamente las empresas estatales como: Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). 

Y por otro lado, Sheinbaum, debe avanzar y mejorar el ámbito ambiental de México aumentando la generación de energías limpias. 

Designar a pesos pesados políticos con poca experiencia en la industria para las principales empresas estatales, sería un grave error. 

El nombramiento del (director general de Pemex) mostrará el enfoque de Sheinbaum hacia una entidad clave para su prioridad de impulsar el historial de transición energética de México. 

En cuanto al CFE, el mayor proveedor de energía del país, quién encabece esta importante empresa debe tener mayor experiencia técnica que conocimiento político, ya que la continuidad implica seguir avanzando con paso firme sin perder la ruta de la soberanía energética, que será atacada por aquellos que buscan el negocio por encima del bienestar de la población. 

La CFE ha estado en el centro de las medidas de López Obrador para aumentar la participación del Estado en la generación de energía. 

No debe olvidarse que recientemente, tanto CFE como Pemex han sido criticadas por sus malos antecedentes ambientales y los inversionistas estarán atentos a si Sheinbaum puede lograr cambios en las empresas estatales. Los críticos también han señalado a la CFE por no aumentar significativamente la capacidad de generación, mientras México se ha visto afectado por apagones en medio de temperaturas récord y una fuerte sequía. 

En cuanto a las Finanzas Públicas el hecho de que se dé continuidad al secretario de Hacienda, implica que el rumbo de México se mantendrá de manera plena, lo que coadyuva a que los inversionistas disminuyan sus temores. 

Veremos quienes serán los próximos integrantes del Gabinete del Segundo Piso de la 4T y a partir de ello, opinar con un criterio técnico y político la designación. 

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