jueves, 6 de junio de 2024

Se apago el Sol Azteca, 10 años después que nació morena.

 



En 1989, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) nace como una alternativa política de izquierda para el país. Hace 35 años, se presentaba el PRD como una coalición de diversos partidos políticos de izquierda, sus fundadores pertenecían a la Corriente Democrática del PRI, al fusionarse con los movimientos y organizaciones de la histórica izquierda mexicana, como el Partido Mexicano Socialista (PMS) que, a su vez, había conjuntado a diversas organizaciones: el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), dirigido por Heberto Castillo y José Álvarez Icaza; el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), de Arnoldo Martínez y Gilberto Rincón Gallardo; el Partido Patriótico Revolucionario (PPR), de Camilo Valenzuela y Jesús Zambrano; y el Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), dirigido por Carmelo Enrique, entre otros. 

Más adelante se sumaría el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), que tenía entre sus líderes a Jesús Ortega, Carlos Navarrete y Graco Ramírez.  

Aunque la mayoría de los grupos que dieron origen a este partido, ya habían competido en las elecciones presidenciales de 1988 bajo las siglas del Frente Democrático Nacional –con Cuauhtémoc Cárdenas como candidato–, los primeros comicios federales en los que participó de manera oficial el PRD como partido fueron las elecciones intermedias de 1991. 

Los primeros perredistas electos 

Fue en la LIV Legislatura (1988-1991), cuando algunos de los diputados y senadores electos por el Frente Democrático Nacional (FDN) pasaron a al PRD. Los primeros legisladores que compitieron y obtuvieron un asiento en el Congreso llevando los colores del Sol Azteca formaron parte de la LV Legislatura (1991-1994): entre ellos, Alejandro Encinas y Gilberto Rincón Gallardo. 

Crecimiento electoral 

En sus 35 años de historia el PRD ha competido en siete ocasiones por la presidencia de la República (una de ellas todavía como FDN), sólo con dos candidatos: Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, en 1988, 1994 y 2000; y Andrés Manuel López Obrador, en 2006 y 2012. 

A partir del 2018 el PRD, debilitado ante el avance de morena como partido de nueva creación, apoyo la candidatura de Ricardo Anaya del PAN, perdiendo credibilidad e integridad como partido de izquierda. 

Y en su reciente participación, ante su debilidad como institución política, forma parte de la coalición Fuerza y Corazón con el PAN, el PRI y la llamada sociedad civil priianista. 

Estas dos últimas participaciones y sin disponer de un liderazgo fuerte como aconteció con Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador, el Sol Azteca, prácticamente, se derrumbó, los errores de su dirigencia desde el 2012, y la pérdida de identidad y principios que le dieron origen, provoco la desbandada de su militancia y seguidores, dando como resultado a la pérdida de su registro como partido político a nivel nacional y en consecuencia a su desaparición. 

La alianza con el PAN y el PRI para la supervivencia electoral y para alcanzar el poder no le funcionaron, perdió el Rumbo y ahora está pagando las consecuencias y los principales responsables fue la dirigencia nacional.  

En este 2024, la participación ciudadana a su favor fue tan baja que ni el exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien buscaba una diputación federal por Zitácuaro, el lugar donde nació logró los votos. 

Cabe recordar que por muchos años el PRD lideraba Michoacán y otros estados, pero sus propios errores y debilidades dieron lugar a que se debilitará y a la postre perdieran presencia política.   

Los niveles de la votación que obtuvo el Partido de la Revolución Democrática (PRD) el pasado 2 de junio no le alcanza para obtener el 3% mínimo requerido para meter senadurías de la lista Nacional. 

En la Presidencia, con la coalición Fuerza y Corazón por México, que abanderó a Xóchitl Gálvez, el PRD aportó un millón 58 mil 609, apenas un 1.8% para la presidencia; el 2.2% para el Senado y el 2.4% para la Cámara de Diputados. Con ello incumplen con el 3% de los votos que se requiere para continuar en el mapa como una opción electoral. 

El Sol Azteca, desaparece por causa y efecto de errores garrafales de su dirigencia, no tuvieron la capacidad de generar un liderazgo fuerte y sólido que le permitiera responder a morena, un partido que nació con estrella y hoy logro sostenerse en el poder por segunda ocasión de manera consecutiva.  

El partido formado por Andrés Manuel López Obrador, simplemente, eclipso al Sol Azteca y lo ha hecho desaparecer. 

Lo mismo ocurrirá con el PAN y el PRI, si no se reinventan.  

 

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