Regresar a sus raíces, fortalecer al movimiento - partido, y avanzar en la Revolución de las Conciencias son las principales demandas de la militancia de morena.

 

Este 1 de Octubre, Luisa María Alcalde, tomó posesión como dirigente nacional de Morena, y empieza una gran tarea que va más allá de los resultados electorales alcanzados hasta el momento, lo fundamental radica en consolidar al movimiento – partido y avanzar con paso firme en la construcción de un partido político que este cerca de la gente y coadyuve de manera plena en la Revolución de las consciencias y el humanismo mexicano. 

Hoy morena, tiene que salir de esa política ficción donde grupos, corrientes, tribus, corporaciones y personajes pretenden mantener ese estilo de hacer política ya desgastada y poca efectiva. 

Se requiere de “lideres” y “militantes”, comprometidos, pensantes, reflexivos, analíticos, honestos, solidarios, humanos y fraternales, que pongan a la política a favor de la población.  

Tal como lo ha mencionado, Luisa María Alcalde, fundadora de morena, que su objetivo principal será regresar a las raíces del partido, fortaleciendo la conexión con la militancia y asegurando que la cercanía con el pueblo sea una prioridad en su dirigencia, así mismo, menciono “Mi mayor reto será continuar con la cercanía con el pueblo de México, que la militancia se sienta representada, escuchada y que podamos seguir avanzando”. 

Luisa María Alcalde, junto con su equipo de trabajo, incluyendo la colaboración con Andrés López Beltrán, hijo del expresidente, y otros nuevos secretarios, tienen ante sí, un gran reto, fortalecer una institución política tan exitosa como morena. 

Luisa María Alcalde, ha dado a conocer que uno de sus primeros proyectos incluye una gira nacional para reestructurar los comités seccionales y abrir nuevas afiliaciones. Además, anunció la implementación de una credencialización para los militantes y la firma de 10 compromisos dirigidos a los gobiernos municipales, entre los cuales se destacan medidas como evitar que ningún servidor gane más que la presidenta, y el fin del nepotismo y el “amiguismo” en la función pública. 

No solo es reestructurar a morena, es edificar a morena e impulsar la Revolución de Conciencias y el humanismo mexicano, el partido y la militancia deben estar cercana a la gente y caminar con todos aquellos y aquellas que pretendan a través de la política contribuir a impulsar, fortalecer y generar una gran nación, como lo es México. 

Hoy morena, cuenta con dos generaciones que han logrado escribir una gran historia, pero vamos por la tercera generación de morenistas que consoliden la cuarta transformación y den continuidad al proyecto alternativo de nación. Y que las tres generaciones siempre se mantengan unidas y trasmitan sus experiencias, anhelos y sueños para seguir fortaleciendo el movimiento regeneración nacional.